Since Roe v. Wade, 61 million babies ---- created in the image of God ---- have been silently put to death before they were even born. There was no cry for help, there was no public outrage, and no trumpet sounded to warn the women who felt like abortion was their only option. As Christians, we are called to be the "watchmen."
"But if the watchman sees the sword coming and does not blow the trumpet to warn the people and the sword comes and takes the life of one of them, that man will be taken away because of his sin, but I will hold the watchman accountable for his blood" (Eze:33:6).
Not everyone is equipped to counsel women in the delicate situation of "an unplanned pregnancy." But we can all do something.
This is the human rights issue of our time. We cannot plead ignorance or remain apathetic.
"So whoever knows the right thing to do and fails to do it, for him it is sin." (James 4:17)
As Christians, we cannot and should not sit idly by and accept this massive slaughter of the innocents. We are called to be the "watchmen" of our brothers and sisters who are defenseless, voiceless and by far the most vulnerable in our society.
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Somos llamados a ser “Centinelas”
Desde la decisión Roe vs. Wade, 61 millones de bebés ---- creados en la imagen de Dios ---- han sido matados silenciosamente aún antes de que hubieran nacido. No hubo un grito de ayuda, no hubo indignación popular y ninguna trompeta sonó para advertir a las mujeres que pensaban que el aborto era su única opción. Como Cristianos, nuestra vocación es de ser “centinelas."
Pero si el centinela ve venir la espada y no toca la trompeta, de manera que el pueblo no es advertido, y cuando llega la espada mata a alguno de ellos, este perecerá por su culpa, pero al centinela le pediré cuenta de su sangre (Ezequiel 33:6)
No todos están equipados para aconsejar a las mujeres en la delicada situación de un “embarazo no planeado”. Pero todos podemos hacer algo. Esta es la cuestión de los derechos humanos de nuestro tiempo. No podemos aducir ignorancia o permanecer apáticos.
El que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado. (Santiago 4:17)
Como Cristianos, no podemos ni debemos quedarnos de brazos cruzados y aceptar esta matanza masiva de inocentes. Somos llamados a ser los "centinelas" de nuestros hermanos y hermanas que son indefensos,que no tienen una voz y que son, por lejos, los más vulnerables en nuestra sociedad.